Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

Una mente sana

De The Christian Science Monitor - 30 de diciembre de 2010


Cualquiera que esté lidiando con sentimientos de que sus capacidades mentales ya no son lo que solían ser, puede hallar gran consuelo en la promesa bíblica de que “no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” (2 Timoteo 1:7). La “mente sana” (como dice en la versión en inglés) que Él nos da es un reflejo de su propia presencia inteligente. Y dado que Dios está siempre presente, nunca podemos ser separados de la Mente divina.

El concepto prevaleciente de que un cerebro físico y frágil es el lugar donde reside nuestra inteligencia no tiene base en la Biblia. Muchos versículos a lo largo de las Escrituras se refieren a cualidades de la mente (tales como sabiduría, comprensión, inspiración y percepción) como provenientes de Dios, el Espíritu. Y en el libro de texto de la Ciencia Cristiana, Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras, Mary Baker Eddy desafió el limitado concepto material de la consciencia material, en pasajes como estos: “El cerebro no puede dar idea del hombre de Dios,” y “La materia no es el órgano de la Mente infinita” (pág. 191).

La Ciencia Cristiana enseña que Dios es la única Mente infinita, y que cada uno de nosotros es la idea de Dios; no tenemos una mente propia separada de Dios, sino que reflejamos espiritualmente a la única Mente o inteligencia infinita. Por provenir nuestra inteligencia del Espíritu y ser nuestra por reflejo espiritual, las condiciones materiales no pueden afectarla.

Iniciar sesión para ver esta página

Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.